viernes, 25 de julio de 2014

Cartas ganadoras del concurso.

Bueno chicos hoy os traigo las cartas de Phoebe y de Bea, comentad diciendo que os parecen. ¡Besos!
7 de julio de 2014 
Querida Phoebe:
Esto te va a sorprender pero he de empezar diciendo que te escribo desde el futuro, que soy tu yo de casi 19 años. Que no me he equivocado al escribir la fecha al principio de esta carta y que no, no soy Carballo ni el Pyrulas ni ningún otro imbécil similar tratando de gastarte una broma. Si quieres imaginarme, te ruego te
dirijas a mí como la Marty McFly pero en versión mujer y con un coeficiente intelectual considerablemente
mayor.

Créeme que si contacto contigo ahora es por pura obligación, para prevenirte de algunos hechos que
acaecerán en tu futuro próximo y que quiero sobrelleves lo mejor posible. Son cosas inevitables, que pasarán hagas lo que hagas y por eso, repito, no quiero que te culpes por ello. Tú no tienes toda la culpa.
Así que bien, vamos a empezar; No te fíes de nadie en el colegio. Por muy buena cara que te pongan, por muy dulces que sean, están esperando para acuchillarte por la espalda. Lo sé. Lo he vivido. Cuando te vean sangrando en el suelo correrán a disculparse. Se culparán. Te culparán. No les escuches, ignórales del mismo modo que has aprendido a ignorar estos últimos años. Pasa página. Hay un mundo real más allá de esa maldita cárcel, el problema es que has pasado casi toda tu vida en ella y no concibes que haya nada más allá cuando lo cierto es que hay un mundo de posibilidades.
Estás en el 2011, ¿correcto? Lamento decirte que vas a pasar un año mediocre y que el 2012 será peor académicamente hablando. Todo será gracias a Minda. Pronto te darás cuenta, por ahora, ¿no te parece extraño que casi nunca apruebes con ella? Deberías tener la mosca detrás de la oreja ya. Aunque no sé, me resulta difícil saber cómo piensas. Tienes un pensamiento extraño, cambiante y lo sabes. También quería decirte que no tengas miedo si un chico empieza a hablarte por internet en el verano del 2012 a diario, a altas horas de la noche incluso. Sé que te parecerá pesado al principio, incluso que te marcharás quién sabe a dónde sin despedirte siquiera porque no lo aguantas. También sé que te sorprenderás cuando te diga que es ucraniano pero que reside en España. Sea como sea, no te alejes de él. No creas todo lo que dice pero sí ten por seguro que tiene buenas intenciones. Seguramente te reirás si te digo que ese chico sería capaz de viajar 400 kilómetros para verte en persona. Puede que te pongas seria si añado que lo hará de verdad, que no era un farol. Y quizás finalmente me hagas caso en todo lo que te digo si te cuento que, a día de hoy, ese chico ―cuyo nombre no voy a mencionar―, es mi único y mejor amigo. Le cuento todo. Incluso todas esas historias que tú y yo sabemos que papá y mamá no saben.
Será como el hermano pequeño que nunca tuviste pero cuidado, no metas la pata. No lo arruines. Sé amable y sociable cuando le veas, si metes la pata ―que lo harás―, procura arreglarlo. Aunque, maldita sea, sé que estas últimas advertencias no son necesarias. Verás que no os podéis pasar más de 48 horas sin hablaros el uno con el otro, por muchos defectos que tengáis.
Y así como te anuncio la grata noticia de una nueva amistad, quiero comunicarte que el fallecimiento del
abuelo es inminente. El cáncer acabará con él en el 2013 y sé que te asustaré aunque no sea mi intención
pero, tú estarás allí para verlo. No será algo repentino, no creo que sufriera, de hecho pues se pasaba casi
todo el tiempo dormido cuando su hora se aproximaba. Simplemente un día verás cómo se lo llevan al
hospital y luego ya no volverá. De modo que disfruta del tiempo que te quede con él ahora que está “bien”.
Ahora, ya que se me acaba el espacio, me despido. Espero que continúes escribiendo, es tu único modo de
mantener la cordura.
Atte. La asesina literaria.
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No voy comenzar con un “querida” porque seguramente no tendría mucho sentido.
Esto no es una carta para avisarte de nada, tampoco una carta para saber dónde -narices- estás (ya que no logro encontrarte). Escribo esto para despedirme, porque sé que nunca más vas a volver… y considero apropiado que alguien lo haga. Porque nadie se ha molestado nunca en darse cuenta de que has desaparecido.
Tu pelo rizado enmarca la cara que en un tiempo no reconocerás como tuya. No te molestes en intentar ocultar tus imperfecciones, en serio; en pocos meses habrán desaparecido… Las extraño. Extraño ser la chica imperfecta sin lugar, porque ahora soy la perfecta chica de la que nadie se plantea si tal equilibrio también se encuentra a nivel emocional. Por supuesto, los insultos siguen ahí, pero se sienten vacíos. Es decir, a ti no te importa que te menosprecien porque lo han hecho siempre, a mí me molesta porque ya no lo hacen de la misma manera… Ahora lo hacen porque se sienten amenazados. No sé dónde estás…
Pero dejemos de hablar de mí… ¿De verdad crees que te vas a olvidar de ese chico en verano? Lo llevas claro… Cuando dejes de pensar en él, alguien aparecerá con su colonia. O peor, descubrirás que esta está presa en los puños de tu sudadera; y no podrás parar de sonreír al pensar en sus manos sobre tus muñecas y la forma en la que te colocará sobre la pared. No le vas a olvidar, yo no lo he hecho.
Me gustaría decirte que este  va a ser un año increíble… Me gustaría decirte que conocerás a un chico y te gustará. Pero si te digo eso también te tendría que contar que él ya no es nuestro mejor amigo, y que le dejé de hablar porque no quiero volver atrás… Porque él ya no es el chico que tu aun no conoces. También me encantaría contarte que tendrás novio y que este será rubio, de metro noventa y con unos ojazos increíbles… Mas él te dejará para poderse acostar con otra a la que acabará de conocer.  No te molestes en sentirte mal, no le querrás… No del modo en el que le deseas a él.
Querría hablarte de ti ganando un concurso de poesía… y de lo fácil que te resultará… de lo mal que te sentirás al saber que otras personas habían trabajado más y sus poemas no eran ni la mitad de buenos que el nuestro.
Las palabras te van a arrastrar, y ellas te salvarán. No es un aviso, es inevitable. Empezarás a escribir… Al principio por curiosidad y, luego, no podrás dormir por su culpa. Aparecerán, en tu mente, a todas horas… Aprenderás a controlarlas y las odiarás. Y las amarás. Te harán sentirte libre y te encarcelarán. Buscarás la forma de que desaparezcan pero, cuando no estén, te sentirás igual de mal que cuando derriben tu mente. Puede que no me creas pero serás una gran escritora, aunque nunca te parezca suficientemente bueno tu trabajo; sabrás que poca gente-por no decir nadie- será capaz de arreglarlo… Pero nunca dejarás de decirte que lo puedes hacer mejor…
Qué bien se vive en el 2012, ¿eh?
Dos años después tampoco se vive tan mal, la verdad… Has madurado. No, has muerto. Tú y yo solo tenemos en común el leve recuerdo del primer beso y una cicatriz en el ojo. No somos la misma persona, pero nadie se ha dado cuenta… Por eso te despido, colocando una rosa azul sobre mi pecho, que en algún momento fue el tuyo, y mirándome en el espejo… Preguntándome si, aparte de la marca bajo mi ceja, queda algún rasgo que tú también tienes.
Disfruta de todo, y no te arrepientas de nada. Esa es la clave, saber diferenciar el pasado del presente… y convertir el hoy en futuro.
No te reconozco al observarme, no estás. No me reconozco al mirarte, nada es igual.
Pero no me importa. Por lo menos, ahora, se dónde voy… Aunque no tenga claro en el lugar donde me encuentro.
Te quiero Beck,
Bea.

2 comentarios:

  1. Me encantan las dos cartas. Se merecen sus puestos :)

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  2. Me han encantado las cartas, debía de hacerlo notar, quizás es porque me siento un tanto identificadas con ellas, pero en general son unas cartas magníficas en donde se puede sentir lo que ellas con solo leerlas.

    Mis respetos absolutos a las escritoras.

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