No está bien decir 'te quiero' con la boca llena de mentiras.

''No siempre es fácil dar un paso hacia adelante.''

Escribe el punto final al texto que acaba de escribir, con esa inspiración que le ha salido de la nada, y se siente un poco mejor. Guarda el boli negro en su estuche rosa, y coloca el folio, antes blanco y ahora lleno de esas cosas que tiene en la cabeza, en la carpeta donde tiene el resto de sus idas y venidas plasmadas en papel, en esa carpeta que nunca nadie ha leído, y que por tanto nadie sabe lo esplendida que puede llegar a ser. Se frota los ojos con brusquedad, se acurruca en la cama y se pone delicadamente los cascos, comienza a sonar 'Me gusta', la música llena sus pensamientos, la transporta a tiempos mejores, y sin querer sonríe, pero una sonrisa fugaz de esas que se anticipan a las lágrimas.
Apaga la música rápidamente, y se incorpora deprisa, tanto, que casi se marea, se levanta de la cama y abre la ventana. Necesita aire. Mucho aire.

''¡Mierda, otra vez no! Tranquila María, respira, como haces siempre. Olvidale, ya no está, ni va a volver. Tranquila.''
Se abraza a ella misma, y resopla con fuerza. Está cansada de que las lágrimas amenacen con salir cada cinco minutos o, incluso, menos. Se da la vuelta y camina hacía la cama en busca de su móvil, lo agarra con delicadeza y rebusca entre sus mensajes, encuentra lo que buscaba y lo abre, aún sabiendo que puede desencadenar una marea de lágrimas sin control:
''¡Hola idiota! Sólo quería recordarte que eres la chica más bonita que hay en este mundo. Que nada ni nadie nos separará ¿ha quedado claro? Te amo.''
 Idiota, sí, idiota, eso es lo que es, por creer mentiras. Pero una idiota que sabe aprender de sus errores, así que pulsa el botón izquierdo del móvil, y pulsa sobre la palabra 'borrar'. Hoy ha decidido empezar de cero.
''Vida nueva, María, vida nueva...''